Cuando una hermosa bailarina cruza su puerta, el propietario de un club de striptease debe decidir si seguir sus reglas o a su corazón en la tercera novela de la autora de One Tiny Lie y Ten Tiny Breaths.
Ser propietario de un club de striptease no es la fantasía que la mayoría de los tipos esperan que sea. Con muchas horas, un personal con suficientes problemas para mantener a una sala de psiquiatría en el negocio, y la policía regularmente dando problemas, Cain, de veintinueve años, está empezando a replantearse su misión tácita de salvar a las mujeres a las que contrata. Y entonces la rubia de ojos marrones, Charlie Rourke, cruza su puerta y las cosas se complican de verdad. Cain se rige por una estricta norma de “no dormir con el personal”. Pero estar alrededor de Charlie desafía el autocontrol de Cain… y ha pasado mucho tiempo desde que una mujer ha hecho eso.
Charlie Rourke, de veintidós años, necesita mucho dinero, muy rápido, con el fin de desaparecer antes de que sea demasiado tarde. Quitarse la ropa para hombres hace que su estómago se retuerza, pero Charlie se dice a sí misma que al menos está dándoles un buen uso a sus habilidades de actuación y danza. Y aunque sus compañeras bailarinas parecen ansiosas por atrapar a su sexy, sofisticado y verdaderamente atento jefe, ella no está interesada. Después de todo, Charlie Rourke no existe en realidad —y la chica que pretende ser no puede distraerse por un romance.
Desafortunadamente, Charlie pronto descubre que desarrollar sentimientos por Cain es inevitable, y que esos sentimientos pueden ser correspondidos —pero perderle cuando descubra en qué está involucrada será más doloroso que cualquier otra sentencia que esté esperando por ella.