Ellos son el uno para el otro. O tal vez no. Las almas gemelas existen, pero no como te lo imaginas. Cada cierto tiempo nacen dos personas que forman la pareja perfecta. Son almas gemelas. Pero ¿y si encontrar a tu alma gemela tuviera el potencial para destruir la tierra, literalmente? Una extraordinaria y épica historia sobre enamorarse.
«Yo nunca había creído en las almas gemelas. Era una expresión Hollywoodiense, un concepto inventado para vender literatura romántica y derechos de autor. A mi modo de ver, el amor era una obsesión mundial nacida de la fantasía desesperada. Daba igual que la gente hablara de amor, de romanticismo, del hallazgo de nuestra alma gemela y demás paparruchas. Para mí no era más que una cuestión de hormonas, de química y biología, envuelta en la ilusión de vivir felices para siempre, fruto del miedo a estar solos. Claro que siempre se es una cínica hasta que una misma se enamora. El problema era que Hollywood, Stephanie Meyer, Mills y Boon…, todos ellos tenían razón. Las almas gemelas existen de verdad. Lo que ninguno de ellos entendía es que encontrarla no siempre es algo bueno».
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