La dulce y estudiosa Neve Slater siempre sigue las reglas. Y la regla número uno es que las chicas buenas, pero gordas no consiguen chicos lindos y atractivos como William, el dueño del corazón de Neve desde la universidad. Sin embargo, William ha estado en Los Ángeles durante tres años, y Neve ha adelgazado y se ha reinventado a sí misma, para que cuando él regrese caiga de rodillas enamorado de ella, nueva y mejorada.
Así que no está interesada en otros hombres. Hasta que su hermana Celia señala que si Neve quiere que William crea que es una experimentada diosa del amor y no la inexperta y torpe chica que él dejó atrás, entonces sería mejor que consiguiera algo de, bueno, experiencia.
Neve necesita alguien con quien entrenar, alguien como el compañero de trabajo de Celia. El malvado, superficial, sexy Max. Y ya que él es un mujeriego, y Neve no es su tipo, seguramente no se enamoraría de él. Porque William es el hombre para ella… ¿Verdad?
En algún sitio entre la pérdida de peso y la pérdida de sus inhibiciones, Neve pierde su corazón… ¿Pero para quién?
Así que no está interesada en otros hombres. Hasta que su hermana Celia señala que si Neve quiere que William crea que es una experimentada diosa del amor y no la inexperta y torpe chica que él dejó atrás, entonces sería mejor que consiguiera algo de, bueno, experiencia.
Neve necesita alguien con quien entrenar, alguien como el compañero de trabajo de Celia. El malvado, superficial, sexy Max. Y ya que él es un mujeriego, y Neve no es su tipo, seguramente no se enamoraría de él. Porque William es el hombre para ella… ¿Verdad?
En algún sitio entre la pérdida de peso y la pérdida de sus inhibiciones, Neve pierde su corazón… ¿Pero para quién?
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