Por un momento, un rostro destelló ante mis ojos, la cara más horrorosa que hubiera visto jamás. Sin importar cuán duro intentara olvidar lo que había ocurrido, le veía en todas partes a las que iba. Era Loki, el malvado Dios al que había ayudado a dejar en libertad contra mi voluntad.
Debería haber sabido que mis primera cita oficial con Logan Quinn estaba destinada a terminar en desastre. Si hubiera tenido una pelea de espadas, o una emboscada por cosechadores, habría estado más preparada.Pero ¿ser arrestada medio absorbida en el garito de la tienda de café? No lo había visto venir.
He sido acusada de ayudar a propósito a los cosechadores para liberar a Loki de prisión, y la persona que dirige los cargos contra mi es Linus Quinn, el padre de Logan. La peor parte es que la gran mayoría en Mythos piensan que soy culpable. Si voy a salir de este caos viva, tendré que hacerlo yo misma...
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